Toda persona que busque una buena relación conoce la importancia de la compatibilidad. Quieres encontrar a alguien cuyas creencias, intereses y objetivos se alineen con los tuyos. El nivel de similitud determinará en gran medida la satisfacción y la estabilidad que disfruta (o no) en los próximos años.
Lo que nos lleva a una pregunta crítica: ¿cómo evalúa exactamente el grado de compatibilidad entre usted y un interés amoroso?
1. Comience con una prueba de personalidad completa y confiable. Esto revelará áreas de similitud y diferencias entre ambos.
2. Explore los antecedentes y la educación de su familia. Eso es lo que tuvo la mayor influencia en lo que eventualmente te convertirías.
3. Compare sus factores decisivos y los imprescindibles. ¿Coincides bien con las cualidades que buscas y quieres evitar?
4. Pregúntese si pretende disfrutar de los intereses de su pareja (y viceversa). A veces, intencional o involuntariamente, nos engañamos a nosotros mismos y a nuestros socios actuando con entusiasmo acerca de los pasatiempos y las actividades. Con el tiempo, este falso entusiasmo se desvanecerá.
5. Evalúe su combinación de pasión y compañerismo. La química más duradera entre dos personas incluye tanto un «chisporroteo» apasionado como una profunda amistad.
6. Reconozca cualquier peculiaridad linda que pueda irritar con el tiempo. A veces, los hábitos e idiosincrasias que parecen encantadores durante las citas te agradarán a través de los años.
7. Mide el nivel de aceptación que sientes. Las parejas compatibles sienten un fuerte sentido de armonía y libertad para ser ellos mismos.
8. Hable extensamente sobre sus valores fundamentales. ¿Es usted similar cuando se trata de sus creencias firmemente arraigadas sobre temas sociales, espiritualidad, finanzas, política y crianza de los hijos?
9. Identifique las diferencias que existen. No importa cuán compatibles sean ustedes dos, seguramente habrá algunas diferencias. Determine si están relacionados con problemas importantes que afectarán su relación con el tiempo, o problemas relativamente pequeños que se negociarán.
10. Obsérvense unos a otros en muchas circunstancias diferentes. Observe cómo actúa cada uno de ustedes con la familia, los compañeros de trabajo, en casa, con los niños, etc.
11. Evalúe su eficacia en la resolución de conflictos. Donde existen diferencias, ¿son usted y un socio capaces de hablar sobre ellas y llegar a una resolución justa?
12. Mire hacia adelante. La pregunta estándar de una entrevista de trabajo es: «¿Dónde te ves dentro de diez años?» Esta es también una pregunta que debe considerar detenidamente. ¿Sus metas y aspiraciones para el futuro se complementan entre sí?
13. Examine detenidamente sus hábitos personales. Todos los aspectos esenciales de la vida diaria —puntualidad, pulcritud, arreglo personal, control de peso— pueden convertirse en una fuente de tensión si dos personas tienen estilos de vida muy diferentes.
14. Observe cómo se maneja el estrés. Las situaciones llenas de presión tienden a revelar nuestra verdadera naturaleza. Como dijo una vez Maya Angelou: «He aprendido que se puede decir mucho a una persona por la forma en que maneja estas tres cosas: un día lluvioso, equipaje perdido y luces navideñas enredadas».
15. Evalúe su adaptabilidad. Una personalidad flexible le permite capear tormentas y adaptarse a todo tipo de desafíos. Esto será esencial para lidiar con las áreas en las que no es compatible.