Uno de los problemas centrales de las relaciones fallidas radica en la tendencia a mirar a la pareja, en lugar de a sí mismos, para curar sus defectos y crear felicidad. Cuando renunciamos a la propiedad de nuestros déficits, desarrollamos expectativas poco realistas de nuestra pareja y trasladamos la responsabilidad de nuestro desarrollo personal a la fuente equivocada, creando vulnerabilidad para el fracaso de la relación.
Si bien no existe una fórmula garantizada para prevenir la ruptura de una relación, existen formas de protegerla. Desarrollar su identidad personal y su sentido de seguridad contribuirá enormemente a construir una asociación estable. Considere los siguientes pasos para desarrollar su poder personal.
Intimidad autónoma
Para las personas que pueden cuidarse a sí mismas con facilidad y confianza, ser cuidado no es un ideal de amor. Más bien, es un estado de esclavitud, que continuamente socavará su autoestima.
A medida que te vuelves menos dependiente, tu amor por tu pareja se vuelve menos posesivo y necesitado y, en cambio, es más generoso e íntimamente conectado. Dominar las habilidades básicas de la autonomía personal (resolución de problemas, afrontamiento del fracaso, autoconciencia, asunción de riesgos) es la base para dominar las habilidades necesarias para las relaciones autónomas.
Sobre el Autor:
Autora del libro publicado recientemente, «¿Quién soy yo sin mi pareja? Sanación posterior al divorcio y redescubrimiento de su ser», Deborah Hecker, Ph.D. es psicoterapeuta con más de 35 años de experiencia en práctica privada. Recibió su Maestría de la Universidad de Columbia y su Ph.D. de The Union Institute. Además, está certificada como psicoanalista y tiene una amplia formación en las siguientes áreas: asesoramiento en adicciones, asesoramiento en duelo, práctica colaborativa y mediación. Para obtener más información, visite www.drdeborahhecker.com.